Resultado de la Decimosegunda Concentración de Vehículos Clásicos 3C

Bueno, pues hemos cumplido un añito de vida con nuestra Concentración de Clásicos.

El balance no ha sido malo, nos conoce cada vez un poco más de gente, aunque aún no es lo suficientemente grande como nos gustaría…

El caso es que hemos sido cinco vehículos y ocho participantes (tres de ellos vinieron sin su vehículo clásico, los modernos no cuentan aquí…).

A eso de las 11:10 llegué yo con mi CItroën GS Palas, al que coloqué unas matrículas con el modelo, la Cédula de Identificación Fiscal original de mi padre y la Tarjeta de la Hora, original también de la época, cuando aún no se compraban en los estancos y se perforaban con el boli, y menos aún las modernas máquinas de monedas que nada gustan a los ludópatas porque nunca dan premio…


Ya empezaba a preocuparme por estar solo en la explanada cuando llegó Javier, un nuevo amigo que está restaurando un Citroën DS Súper, y se acercó a ver nuestro modesto evento. Prometió que en cuanto lo tenga listo se pasará por aquí.

Enseguida llegó Luis Martín con su Renault 18 Diésel tan raro en España:

Un poco después se dejó caer Davix con su bonito Seat 131 L 1430 primera serie, con sus problemas de alternador solucionados:

Un ratillo después aterrizó Ángel a bordo, en esta ocasión, de su 131 CLX 2000 segunda serie, como siempre impecable. El dia que nos llegue el presupuesto te vamos a tener que dar el premio a la colección mejor conservada ¿que no? 😀


Luego vino a vernos Susana, la mujer de Miguel Ángel (ya sabéis, el propietario del Mercedes Pontón negro ya habitual en nuestras filas), pero con su coche actual.

El más tardón fue Néstor con su Seat 850 Especial 4 puertas, que nos mostró ufano su última adquisición: un perrito de los que van meneando la cabeza, que le quedó muy propio:

Y finalmente vino a vernos en la prórroga (ya estábamos recogiéndonos) Antonio, el del Seat 600 L Especial con el «escudo del Real Madrid» que ya vino también en otra ocasión, y al que igualmente agradecemos su visita aunque sea con un coche moderno.

Y por supuesto no faltó el ya obligatorio almuerzo con el que cargamos combustible para resistir el frio reinante (menos mal que hacía sol, porque el aire cortaba).

No queda sino agradecer enormemente a los cinco participantes y a los tres visitantes su grata presencia, y empezar a preparar el nuevo año de andadura con la concentración de noviembre.

Un abrazo para todos.