Cambiar la correa de la distribución del Opel Kadett
Hace un tiempo que la bomba de agua comenzó a perder líquido refrigerante, así que decidí que lo mejor era renovarla, aprovechando que también se acercaba el momento de cambiar la correa de la distribución.


Me puse manos a la obra. Lo primero es levantar el coche con ayuda de un gato y calzarlo sobre las prácticas borriquetas.
A continuación soltamos todos los enganches que sujetan las tapas de la correa.


Una vez que soltamos las dos tapas, aflojamos el alternador para poder liberar la correa auxiliar, y la retiramos.



Con ayuda de la llave acodada giramos en el sentido del reloj la polea del cigüeñal (que acciona la correa auxiliar) hasta hacer coincidir la marca de la polea del árbol de levas con el corte que vemos en la carcasa protectora de la foto 7, y la marca de la polea del cigüeñal (si en nuestro modelo hay dos marcas, la superior es a 5º y la inferior es a 10º, usaremos la segunda) con la marca que sobresale del motor, como en la foto 8.
Sujetamos fuerte la polea del cigüeñal, para que no se mueva, y giramos el tornillo en el sentido contrario de las agujas del reloj, para retirarlo junto con su arandela (si disponemos de pistola de aire comprimido no haría falta sujetarla). Así quedarán al aire las dos poleas dentadas de la correa de la distribución que, observando que siguen alineadas, marcaremos en su posición junto con la propia correa, para marcar posiciones.





Después quitamos los tres tornillos de la bomba de agua (este paso se puede saltar si no hace falta, pero yo tuve que hacerlo). Giramos la bomba en sentido contrario a las agujas del reloj mientras tiramos, hasta que salga.


Prepararemos la bomba nueva colocando la junta tórica en su lugar, luego le damos la vuelta y le ponemos el protector de la correa y finalmente le daremos un poco de silicona de juntas para facilitar la estanqueidad del circuito. No es necesario, pero nos evitaremos problemas en el futuro, porque las tóricas a veces, con el tiempo, fallan.
Limpiamos bien el hueco en el que debe de alojarse y la colocamos en su lugar, entrando desde la parte de abajo del motor.




Juntamos las correas vieja y nueva, y copiamos la primera marca. A partir de aquí, contamos los dientes de la correa vieja hasta la segunda marca, y hacemos lo mismo con la nueva, para pintar la segunda marca. Hay algunas correas en que el fabricante indica el sentido de giro, así que lo respetaremos a la hora de contar. No fue mi caso, pero si existe, es importante.

Colocamos la nueva correa haciendo coincidir las marcas de la correa con las que hicimos en las poleas, con mucho cuidado para no saltarnos ni un diente. Es la parte más delicada. Si salta siquiera la posición de un diente peligrará el motor (en este coche en concreto no pasaría nada, pero en cualquier otro es grave si pisamos válvulas, rayamos un pistón, etc.)

La bomba de agua hace también las veces de tensor, porque en este modelo es excéntrica. La giraremos en el sentido del reloj hasta que veamos que comienza a tensar (no hay que dejarla aún perfecta, recordemos que está suelta y al atornillarla variará seguramente).


Colocamos los tornillos de la bomba aplicándoles una gota de fijatornillos, apretándolos sin llegar al final, para permitirnos girar la bomba (siempre en el sentido del reloj) hasta que la correa tenga su punto de tensión óptimo.
¿Cómo lo sabemos? Si movemos, como se ve en la imagen 26, «retorciendo» la correa de izquierda a derecha en su punto más largo (entre la bomba de agua y la polea del árbol de levas, tiene que girar hasta unos 45º de cada lado, más o menos. Si va más, estará floja (con el peligro, con el motor en marcha, de saltar su posición un diente ocasionando averías graves, como ya dije más arriba) y si apenas la giramos estará demasiado tensa (con el peligro de rotura).


Colocamos la polea del cigüeñal sobre el piñón, haciendo coincidir su muesca sobre la chaveta. Volvemos a sujetarlo fuerte para que no se gire, y apretamos el tornillo (con la gota de fijatornillos) con la arandela en el sentido del reloj, quedando bien apretado (sin hacer el burro, que puede partir). Es el momento de comprobar que aún coinciden las marcas de las dos poleas con su punto marcado. Si es así, aún queda una última comprobación, girando la polea del cigüeñal con la llave acodada dos o tres vueltas a la derecha, en el sentido del reloj, para observar que todo se mueve bien, que no hay roces, que no hace ruidos extraños el motor y que no pisamos válvulas o cosas parecidas.
No debemos de preocuparnos ni notar nada si no se nos fue anteriormente la posición un diente. De ahí la importancia de marcar bien y observar su posición.


Para terminar, colocamos la correa auxiliar primero en el alternador y luego en la polea del cigueñal, y tensamos con el alternador. Damos contacto y todo va de perlas. No hay que olvidarse de colocar después, a motor parado, las dos tapas, para prevenir enganches y roturas.

La herramienta necesaria no es mucha: un par de borriquetas, un gato, un destornillador, dos llaves inglesas para ayudar, una llave thor de 40, una llave fija 12/13, una acodada de 18/19, algo para sujetar la polea (yo utilicé una sargenta de 60 cms.), guantes, anticongelante, fijatornillos, silicona de juntas, una linterna y un kit de distribución.

Foto 1

Foto 2
Me puse manos a la obra. Lo primero es levantar el coche con ayuda de un gato y calzarlo sobre las prácticas borriquetas.
A continuación soltamos todos los enganches que sujetan las tapas de la correa.

Foto 3

Foto 4
Una vez que soltamos las dos tapas, aflojamos el alternador para poder liberar la correa auxiliar, y la retiramos.

Foto 5

Foto 6

Foto 8

Foto 7
Sujetamos fuerte la polea del cigüeñal, para que no se mueva, y giramos el tornillo en el sentido contrario de las agujas del reloj, para retirarlo junto con su arandela (si disponemos de pistola de aire comprimido no haría falta sujetarla). Así quedarán al aire las dos poleas dentadas de la correa de la distribución que, observando que siguen alineadas, marcaremos en su posición junto con la propia correa, para marcar posiciones.

Foto 9

Foto 10

Foto 11

Foto 12

Foto 13
Después quitamos los tres tornillos de la bomba de agua (este paso se puede saltar si no hace falta, pero yo tuve que hacerlo). Giramos la bomba en sentido contrario a las agujas del reloj mientras tiramos, hasta que salga.

Foto 14

Foto 15

Foto 16
Limpiamos bien el hueco en el que debe de alojarse y la colocamos en su lugar, entrando desde la parte de abajo del motor.

Foto 17

Foto 18

Foto 19
(aquí se ve el lugar del tornillo 2)

Foto 20
Juntamos las correas vieja y nueva, y copiamos la primera marca. A partir de aquí, contamos los dientes de la correa vieja hasta la segunda marca, y hacemos lo mismo con la nueva, para pintar la segunda marca. Hay algunas correas en que el fabricante indica el sentido de giro, así que lo respetaremos a la hora de contar. No fue mi caso, pero si existe, es importante.

Foto 21

Foto 22

Foto 23
La bomba de agua hace también las veces de tensor, porque en este modelo es excéntrica. La giraremos en el sentido del reloj hasta que veamos que comienza a tensar (no hay que dejarla aún perfecta, recordemos que está suelta y al atornillarla variará seguramente).

Foto 24

Foto 25
Colocamos los tornillos de la bomba aplicándoles una gota de fijatornillos, apretándolos sin llegar al final, para permitirnos girar la bomba (siempre en el sentido del reloj) hasta que la correa tenga su punto de tensión óptimo.
¿Cómo lo sabemos? Si movemos, como se ve en la imagen 26, «retorciendo» la correa de izquierda a derecha en su punto más largo (entre la bomba de agua y la polea del árbol de levas, tiene que girar hasta unos 45º de cada lado, más o menos. Si va más, estará floja (con el peligro, con el motor en marcha, de saltar su posición un diente ocasionando averías graves, como ya dije más arriba) y si apenas la giramos estará demasiado tensa (con el peligro de rotura).

Foto 26

Foto 27
Colocamos la polea del cigüeñal sobre el piñón, haciendo coincidir su muesca sobre la chaveta. Volvemos a sujetarlo fuerte para que no se gire, y apretamos el tornillo (con la gota de fijatornillos) con la arandela en el sentido del reloj, quedando bien apretado (sin hacer el burro, que puede partir). Es el momento de comprobar que aún coinciden las marcas de las dos poleas con su punto marcado. Si es así, aún queda una última comprobación, girando la polea del cigüeñal con la llave acodada dos o tres vueltas a la derecha, en el sentido del reloj, para observar que todo se mueve bien, que no hay roces, que no hace ruidos extraños el motor y que no pisamos válvulas o cosas parecidas.

Foto 28

Foto 29

Foto 30
¡¡en marcha!!
Para terminar, colocamos la correa auxiliar primero en el alternador y luego en la polea del cigueñal, y tensamos con el alternador. Damos contacto y todo va de perlas. No hay que olvidarse de colocar después, a motor parado, las dos tapas, para prevenir enganches y roturas.

Foto 31
La herramienta necesaria no es mucha: un par de borriquetas, un gato, un destornillador, dos llaves inglesas para ayudar, una llave thor de 40, una llave fija 12/13, una acodada de 18/19, algo para sujetar la polea (yo utilicé una sargenta de 60 cms.), guantes, anticongelante, fijatornillos, silicona de juntas, una linterna y un kit de distribución.